domingo, 18 de octubre de 2009

El hospital de San Antonio de Padua




Dos textos he encontrado que hacen referencia al hospital de San Antonio de Belalcázar.
El más moderno titulado “una aportación al estudio de la asistencia sanitaria: Las ordenanzas del hospital de S. Antonio de Belalcázar” es de Margarita Cabrera y ha sido publicado en el año 2002 en “Meridies”, revista del área de historia medieval de la Universidad de Córdoba.
Este texto lo introduce Cabrera relatando como en un principio los hospitales, éste entre otros, no sólo se centraban en la acogida de enfermos sino que tenían una función benéfica recogiendo mendigos, huérfanos, expósitos y ancianos. Es con el paso de los años cuando tienden a centrarse en el cuidado de los enfermos como instituciones benéficas.
Nuestro hospital es de los más antiguos del reino de Córdoba y lo poco que se sabe de él proviene de un texto de sus ordenanzas que se conserva cosido junto al folio 342 del Vol. I de la Colección de Títulos del Archivo Municipal de Belalcázar. Este documento, que es falsificado, lo data Margarita Cabrera entre los siglos XVI y XVII basándose para ello en el tipo de letra usado. Además no sólo el documento no es que sea una copia sino que es falso en su redacción ya que se fecha en 1444 y se hace constar en él que en ese año es señor de Belalcázar D. Gutierre, conde de Belalcázar. Ni en esa fecha Belalcázar era Belalcázar, sino Gahete, ni D. Gutierre era conde ya que nunca ostentó ese título.
Piensa Margarita que la falsificación fue hecha a instancias del cabildo municipal para restaurar un documento perdido y salvaguardar sus derechos de patronazgo frente a otras instancias. Sin embargo piensa que esta circunstancia no quita valor al documento, pues cree improbable que la descripción del funcionamiento del hospital no se correspondiera con la realidad.
Las ordenanzas recogen que en 1444 comienza la fundación del hospital, pero a continuación, en la ordenanza I dice que “los fundadores de dicho ospital paguen... a costa de los primeros fundadores de dicho ospital que fueron sus ascendientes,... los cuales dieron principio a su fundación el año pasado de 1398.” Por tanto en 1444 lo que debió haber fue una reanudación de las obras. Lo que deja claro Margarita Cabrera es que el hospital estaba terminado en el último tercio del siglo XV pues en él celebraba las reuniones el concejo de Belalcázar, fijándose estas para el primer lunes de cada mes. Entre los cargos del hospital estaban los patronos (alcalde, mayordomo , prioste y doce diputados) que controlaban el hospital desde fuera y los que cuidaban el funcionamiento interno del hospital (hospitalero, escribano, enfermeros, cocineros, capellanes, sepultureros, etc...)
Los patronos eran elegidos el día de Santa María de agosto. El prioste y el alcalde tenían que ser casados. El prioste era el intendente y el alcalde visitaba el hospital tres veces al año supervisando al hospitalero. El alcalde junto con los diputados estaba al cargo de la administración económica vigilando la venta de los productos agrarios obtenidos en tierras del hospital en pública subasta.
El hospitalero era una figura equivalente al actual director, y entre sus funciones estaba la de despedir a los pobres transcurridos tres días de estancia en el hospital, salvo si padecían alguna enfermedad grave.
El capellán era designado por los condes de Belalcázar entre una nómina de tres o cuatro que no fueran de los seis que servían en la iglesia parroquial. En las ordenanzas se recogen los sueldos de todas las personas que trabajaban en el hospital y entre los recursos de la institución estaba en primer lugar los ingresos procedentes de los fundadores. Además tenía un patrimonio que debía de venir de donaciones de particulares, proviniendo una parte de una donación que hicieron al concejo María Alfonso, “la Carnicera” y “la Torrosa”, pasando luego estas tierras del concejo al hospital. Otra fuente de ingresos eran las limosnas que se recogían para repartir entre los pobres y los enfermos en la capilla del hospital.
El otro autor que trata sobre este antiguo hospital es Ramírez de las Casas-Deza en su Corografía de la provincia de Córdoba. Al ser corta su exposición la reproduzco literalmente:
“En la plaza esta situado el hospital de S. Antonio de Padua que se principió en 1398 y se concluyó en 1454. Fueron sus fundadores Francisco y Alonso Cuadrado y Nayo hermanos, Bartolomé de Medina, Francisco Bravo, y Antonio Palomo. Según sus constituciones que fueron aprobadas por el maestre D. Gutierre de Sotomayor en 1454, no era limitado el número de enfermos; mas ya en 1808 solo conservaba seis, y actualmente, por haberle faltado las rentas, sirve de hospedar pobres transeúntes habiéndose convertido en un cotarro.
En el libro donde se asentaban los oficiales que anualmente elegía la hermandad de Ntra. Sra. De Gracia de la Alcantarilla, se nota desde el año de 1659 hasta el de 1666 inclusive, que la tal elección se hacía en la parroquia del Sr. S. Antonio de esta villa, siendo así que no se conserva memoria alguna de que haya sido parroquia: acaso serviría de tal provisionalmente por alguna causa que impidiese usar de la de Santiago.
La capilla que tiene este hospital, además de la iglesia, sirve a los hermanos de la escuela de Cristo desde 1676.”
Dos cuestiones me surjen tras leer estos dos textos:
La primera es que Cabrera cuando transcribe las ordenanzas copia como fecha “en ocho días del mes de henero del nacimiento de Nuestro Saluador Iesu Xpto. De mill y quatrocientgos y cuarenta y cuatro, estando…”
A continuación se recoge “quel dicho hospital quede perfecto y acabado dentro de seis meses y que se guarde…”
Y en el capítulo XXXVIII se recoge: “Otrosí hordenaron y mandaron que estas ordenanzas se confirmen aviendo oportunidad para su mayor firmeza y autoridad por ordinario de este obispado y en el entretanto les suplique a su señoría el magnifico y muy ilustre señor D. Gutierre de Sotomayor, conde de esta villa, las confirme.”
Parece que las fechas de 1454 y 1444 se refieren a los mismos hechos. Probablemente uno de los dos autores haya leído mal el documento, el cual tiene partes borrosas y esto puede haber inducido a confusión a uno de los dos.
Por otra parte, Ramírez y las Casas Deza recoge quienes fueron los fundadores. Cabrera no dice nada de ellos, pero en el capítulo I de las ordenanzas se dice que “los primeros fundadores de dicho hospital que fueron sus ascendientes, cuyos nombres están puestos en la oja antes desta,”
Es decir, que existe o existió una primera hoja en la que constaban aquellos que habían comenzado la fundación en 1398. Esta hoja no la transcribe Cabrera, quizás porque ya no exista y es posible que los nombres los haya obtenido de ella Ramírez. Habrá que estar a ver si se puede consultar el documento, cosa fácil en otros pueblos y complicado en este.

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